Literatura Española del Siglo XVII

QUEVEDO

4.2.1.- Poesía metafísica

4.2.1.2.- Muerte

Se puede observar en Quevedo los dos tipos de muerte que se manifiestan en la antigüedad:

Julio César (+ 44 d. C.)

CONTIENE UNA ELEGANTE ENSEÑANZA DE QUE TODO LO CRIADO TIENE SU MUERTE DE LA ENFERMEDAD DEL TIEMPO

Falleció César, fortunado y fuerte;
ignoran la piedad y el escarmiento
señas de su glorioso monumento: [ubi sunt? S. Juan Crisóstomo]
porque también para el sepulcro hay muerte.

Muere la vida y de la misma suerte
muere el entierro rico y opulento;
la hora, con oculto movimiento,
aun calla el grito que la fama vierte.

Devanan sol y luna, noche y día,
del mundo la robusta vida, ¡y lloras
las advertencias que la edad te envía!

Risueña enfermedad son las auroras;
lima de la salud es su alegría.
Licas, sepultureros son las horas. [Tanatos (mors) / Ker (letum)]

(POLYMNIA MUSA II, 82)

Claudio de Lorena (h.1600-1682): "Capricho con ruinas del foro Romano"

A ROMA SEPULTADA EN SUS RUINAS

Buscas en Roma a Roma, ¡oh peregrino!,
y en Roma misma a Roma no la hallas:
cadáver son las que ostentó murallas,
y tumba de sí propio el Aventino.

Yace donde reinaba el Palatino;
y limadas del tiempo las medallas,
más se muestran destrozo a las batallas
de las edades
, que blasón latino.

Sólo el Tíber quedó, cuya corriente,
si ciudad la regó, ya sepoltura
la llora con funesto son doliente.

¡Oh Roma!, en tu grandeza, en tu hermosura
huyó lo que era firme, y solamente
lo fugitivo permanece y dura. (CLIO MUSA I, 3)

 

Duque de Osuna (+ 1624)

INSCRIPCIÓN EN EL TÚMULO DE DON PEDRO GIRÓN, DUQUE DE OSUNA, VIRREY Y CAPITÁN GENERAL DE LAS DOS SICILIAS

De la Asia fue terror, de Europa espanto,
y de la África rayo fulminante;

los golfos y los puertos de Levante
con sangre
calentó, creció con llanto.

Su nombre solo fue vitoria en cuanto
reina la luna en el mayor turbante;
pacificó motines en Brabante:
que su grandeza sola pudo tanto.

Divorcio fue del mar y de Venecia,
su desposorio dirimiendo el peso
de naves, que temblaron Chipre y Grecia.

¡Y a tanto vencedor venció un proceso!
De su desdicha su valor se precia:
¡murió en prisión, y muerto estuvo preso! (MELPOMENE MUSA III, 4)

CONOCE LA DILIGENCIA CON QUE SE ACERCA LA MUERTE, Y PROCURA CONOCER TAMBIÉN LA CONVENIENCIA DE SU VENIDA, Y APROVECHARSE DE ESTE CONOCIMIENTO.

Ya formidable y espantoso suena,
dentro del corazón, el postrer día;
y la última hora, negra y fría,
se acerca, de temor y sombras llena.

Si agradable descanso, paz serena,
la muerte, en traje de dolor, envía,
señas da su desdén de cortesía:
más tiene de caricia que de pena.

¿Qué pretende el temor desacordado
de la que a rescatar, piadosa, viene
espíritu en miserias añudado?

Llegue rogada, pues mi bien previene;
hálleme agradecido, no asustado;
mi vida acabe y mi vivir ordene.
( POLYMNIA MUSA II, 56)

AMANTE DESESPERADO DEL PREMIO Y OBSTINADO EN AMAR

¡Qué perezosos pies, qué entretenidos
pasos lleva la muerte por mis daños!
El camino me alargan los engaños
y en mí se escandalizan los perdidos.

Mis ojos no se dan por entendidos;
y por descaminar mis desengaños,
me disimulan la verdad los años
y les guardan el sueño a los sentidos.

Del vientre a la prisión vine en naciendo,
de la prisión iré al sepulcro amando,
y siempre en el sepulcro estaré ardiendo.

Cuantos plazos la muerte me va dando,
prolijidades son, que va creciendo,
porque no acabe de morir penando.
(ERATO LA MISMA MUSA IV. SECCION II, 34)